Recibir a posibles compradores o inquilinos en su casa puede ser difícil. Prepárese y prepare su casa para el gran día.
Usualmente recibimos a nuestra familia y amigos en nuestra casa, pero recibir a personas en tu casa para mostrarla puede ser un proceso raro. Invitas a completos extraños que mirarán a tu alrededor, abrirán tus armarios y emitirán juicios - a veces en voz alta.
Hay un elemento psicológico para literalmente "dejar entrar a la gente". Es invasivo. Puedes sentirte expuesto. Especialmente para los vendedores que han sido propietarios durante muchos años, será una experiencia difícil. Aquí hay algunas maneras de hacer lo mejor para mostrar tu casa:
Prepárese emocionalmente
La venta de una casa tiene enormes implicaciones emocionales. Si lo entiendes bien de antemano y aceptas el cambio o la "pérdida", la venta real y el proceso de apertura de la casa será más fácil.
Si, después de 20 años en una casa, decides venderla de la noche a la mañana, es mejor que sepas que quizás el proceso será una montaña rusa. Mi sugerencia, no lo hagas bajo presión, de lo contrario tomarás decisiones precipitadas y reaccionarás emocionalmente.
Despersonalizar la casa
Mostrar tu casa no será tan complicado si has hecho el esfuerzo de guardar muchos de tus objetos personales. Como parte de la preparación de la casa para la venta, clasifica, guarda, quita las fotos familiares, guarda, empaca y empieza a ver tu casa como un objeto, no suena lindo pero es mejor así.
Los compradores no quieren sentirse como si estuvieran entrando en la casa de otra persona. Quieren ver un lugar tan neutral para que ellos se imaginen allí. Eso es lo que los atrae.
De hecho, los propietarios que más rápido venden son aquellos que se mudan fuera de la casa e incluso la arreglan para ponerla “en vitrina”. De esa manera pueden separarse emocionalmente de la casa, y quitar su presencia para que los compradores puedan imaginarse viviendo en ella.
Piense en la seguridad
Si todavía vives en la casa, necesitas hacer un balance de lo que tienes y pensar en tu seguridad. Esperas compradores genuinos y confiables, pero nunca se sabe.
Quita de la vista del público cualquier artículo pequeño y caro. Pon joyas, relojes y dinero en efectivo en los armarios, o incluso dentro de una caja fuerte, no dejes documentos o papeles con nombres, direcciones o cuentas.
La gente puede revisar los cajones cuando nadie está mirando. Asegúrate de que no hay nada de valor en ellos.
Siempre es mejor contratar a un asesor inmobiliario para que haga los filtros pertinentes y minimice riesgos.
Planee con anticipación y asegúrese de estar listo para vender antes de abrir tus puertas. Porque una vez que abras las puertas, los compradores vendrán, y no hay vuelta atrás.
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